Navegar hacia el éxito

«Cuando navegas contra el viento en la mayoría de los barcos, te chocas con las olas. En un barco de la America’s Cup, que navega con hidroalas, es diferente. El barco acelera hasta que sale del agua. De repente, se calma porque no hay balanceo. Pero entonces, con el viento en la vela empujándote hasta tres veces más rápido que el propio viento, de repente es muy ruidoso. Ya no hay nada que te retenga, y la presión te empuja hacia tu asiento. Si pierdes el equilibrio, caerás al agua a una velocidad de 50 nudos. Me he zambullido a 35 nudos y es horrible. Es como chocar contra hormigón».

Así explica Gerrit Bottemöller, director senior de industrias manufactureras y de alta tecnología de Capgemini Invent, lo que se siente al competir en barcos del tipo de los utilizados en la Copa América.

«La vela forma parte de mi ADN», afirma. «Me educaron para navegar y empecé a competir a los 14 o 15 años. Llegué a ser campeón de Alemania, de Europa y del mundo, y también representé a Alemania en la Copa América de Valencia en 2007.

La familia de Gerrit tenía motivos para animarle a practicar este deporte.

«Me explicaron que era como una educación adicional. Y es verdad; la vela es más que un deporte. Aprendes sobre comunicación, liderazgo y cómo llegar a compromisos. Requiere compromiso y la capacidad de los individuos de unirse como un equipo y trabajar como uno solo. Te ayuda a desarrollar tu conducta y a comportarte como líder y como innovador».

Navegar hacia una carrera

Gerrit no es el único colega de Capgemini que ha alcanzado las más altas cotas de la vela de competición. Siren Sundby es Directora General de Capgemini Invent Noruega. También ganó una medalla de oro en vela en Atenas 2004.

El interés de Siren por la ingeniería también procede de la navegación.

«Cuando observas la ingeniería y la tecnología empleadas en el desarrollo de los hidroplaneadores y las velas de los barcos de la Copa América, te das cuenta de que se trata de utilizar el poder de la tecnología y la innovación para crear un impacto real», afirma. «Me picó la curiosidad por saber más sobre ingeniería y, a partir de ahí, indagar en las perspectivas empresariales que la rodean. ¿Cómo podemos utilizar mejor la tecnología y aprovecharla para mejorar el rendimiento empresarial?».

Una actitud inteligente para el éxito

Siren cree que el deporte es una forma de desarrollar la confianza necesaria para desarrollar su potencial personal en su carrera.

«Te enseña a ser humilde y a entender lo que hace falta para triunfar. Llegar a la cima suele ser un trabajo duro y estructurado. Y, cuando te entrenas, siempre intentas ser un poco innovador, pensar de forma diferente para entrenar o practicar de manera más inteligente.

«Las habilidades y la mentalidad que aportas, y la forma en que aprendes a colaborar, son cosas que se aprenden del deporte, y también son importantes en los negocios. Además, hay que aprender a utilizar los datos para mejorar los resultados: saber qué es lo que más necesita tu atención, asegurarte de que puedes automatizar o estandarizar todo lo posible para poder dejar libre tu capacidad mental para atender al aspecto estratégico y táctico de lo que estás haciendo. Todas estas son habilidades necesarias también en los negocios».

Innovar para mejorar continuamente

«Detrás de cualquier espíritu competitivo hay un deseo de seguir mejorando y de ser lo mejor posible», dice Gerrit.

«Incluso después de un día de competición con éxito, te preguntas qué podrías hacer mejor, qué podemos mejorar como equipo, qué tecnología te ha funcionado y qué hay que cambiar. Estés donde estés en tu carrera, tienes que preguntarte cómo seguir mejorando continuamente. Si dejas de innovar, pronto te superará un competidor; así que, cuando formas parte de un equipo de vela, está en tu ADN ser adicto a ser mejor».

Siren afirma que este compromiso con la mejora continua también da sus frutos en los negocios.

«En Capgemini nos comprometemos a no dejar nunca de aprender. Nunca es bueno sentir que tu trabajo o tus ambiciones se estancan, así que cuando tienes esa sensación de espíritu de equipo y de que tu trabajo está marcando una diferencia positiva, entonces lo que haces se convierte en algo divertido. Es lo que te impulsa a seguir mejorando. Quieres ganar».

Esa mentalidad ganadora es la base del éxito de Siren y Gerrit, tanto en la vela como en sus carreras profesionales en Capgemini.