La gente innovadora

¿Cómo es un día normal de trabajo para alguien que se dedica a la innovación? Según Meghan Young, directora de Applied Innovation Exchange (AIE) Nordics de Capgemini en Malmo (Suecia), no existe un día normal.

“Un día me reúno con empresas emergentes o con académicos expertos de una universidad”, explica. “Pero al día siguiente, estaré ayudando a un cliente a innovar en torno a los puntos débiles de un proyecto, o trabajando con nuestro equipo interno para mejorar las mejores prácticas en innovación y diseño, o pensando en el divertido trabajo que hacemos como comunidad global de AIE. Mi trabajo es muy variado”.

Ayuda a los refugiados en África

Un proyecto reciente para Meghan fue el reto Sunrise Scholars, que reunió a la red global de equipos AIE de Capgemini para apoyar a LM International, una organización sin ánimo de lucro centrada en los esfuerzos humanitarios en África. ¿El objetivo? Identificar una solución innovadora para ayudar a los niños refugiados en Chad a acceder a herramientas y materiales educativos.

El reto consistió en un sprint por relevos en el que participaron siete equipos de AIE de seis países distintos, desde Hyderabad hasta San Francisco. Cada equipo disponía de sólo tres horas para trabajar en el reto antes de ceder el testigo al siguiente. En 24 horas, el reto pasó de las primeras ideas al desarrollo de un programa concreto y aplicable. Este método de trabajo, pionero en su género, recibió el nombre de “Relevo Follow the Sun”.

El plan consistía en crear una aplicación de gestión de contenidos y enseñanza basada en la nube, utilizando IA generativa para crear propuestas curriculares, planes de lecciones y guiones de clase específicos para cada idioma.

“Era una idea muy ambiciosa”, dice Meghan. “Por supuesto, trabajar de forma incremental y en sprints no es nuevo, pero no creo que hayamos hecho nunca nada de esa magnitud, con tanta gente participando. Eso fue innovador en sí mismo”.

En busca de la solución adecuada

Como explica Meghan, aprovechar la tecnología punta, como la IA, suele ser esencial para crear soluciones innovadoras para los clientes, pero es solo una parte de la historia en general.

“A veces la última tecnología no funciona sobre el terreno. La innovación consiste en resolver el problema en cuestión, no en exhibir nuestras capacidades tecnológicas. Antes de nada, hay que escuchar cuál es el problema y buscar la solución adecuada”.

En Singapur, Gabriel Yong dirige la investigación sobre la experiencia del usuario (UX) en Capgemini Invent. Coincide con Meghan en que la innovación no es solo tecnología punta.

“En realidad tengo formación en psicología”, dice, “lo que significa que me interesa el comportamiento humano y por qué la gente quiere hacer ciertas cosas. Al trabajar en investigación de UX, también queremos entender qué lleva a la gente a realizar determinadas acciones y procesos. ¿Cómo hace sentir a la gente el diseño de un producto? ¿Cómo se sienten cuando lo utilizan?”.

Voluntad de aprender

Gabriel afirma que, cuando innovan para un cliente, él y su equipo siempre sitúan al ser humano en el primer plano de su trabajo.

“No importa en qué proyecto estemos trabajando, con cualquier nueva tecnología tenemos que entender lo que quieren los usuarios, para poder diseñar lo más adecuado para ellos. Esto significa que, además de conocimientos técnicos, también se necesitan habilidades interpersonales.

“Por ejemplo, cuando empiezas a trabajar con un nuevo cliente o sector industrial, tienes que estar abierto y dispuesto a aprender, y a aprender a toda velocidad. Cada cliente es diferente y, para que un proyecto sea un éxito, hay que desarrollar una relación de confianza con ellos, así como con el propio equipo. ¿Cómo podemos utilizar toda nuestra experiencia para desarrollar el producto adecuado para ellos, lo que realmente les hará felices? Ahí es donde realmente se puede empezar a innovar.

“Luego, con el tiempo, llegamos a establecer esa relación y a conocer al cliente y a sus clientes. Se trata de leer la situación, entender al ser humano, mirar el puzzle y ver dónde encajamos”.

Las personas son lo primero

Meghan afirma que, aunque Capgemini es una empresa tecnológica líder en el mundo, en el fondo es también una “empresa de personas”, en la que los compañeros se preocupan profundamente por el mundo. “Si quieres innovar, tienes que conocer gente, hablar con gente, entender a la gente y empatizar con ella.

Cuando pienso en la gente con la que he trabajado en Capgemini, una cosa que la mayoría tiene en común es que se preocupan por lo que pasa en el mundo. Quieren ayudar a construir soluciones. “Puede que lo consigamos a través de las habilidades tecnológicas que tenemos como empresa, pero en realidad Capgemini es una empresa de personas. Y cuando todo confluye, trabajando en proyectos innovadores puedes sentir que formas parte de hacer algo bueno por el mundo.”